Éste miércoles 20 de junio quedará para la historia como el día del 1-0 en el mundial de Rusia 2018. Iniciamos con Portugal, que con Cristiano Ronaldo se ha empeñado en hacer su ley en el campeonato, ha sido eficaz reventando las redes de Rusia en todos y cada uno de los encuentros disputados hasta el momento. Hoy frente a Marruecos le dio a Portugal una victoria sufrida, lo que conlleva a la eliminación del país africano venciéndolo 1-0 en el estadio Luzhniki.
Cristiano tuvo que resistir a la hinchada marroquí que coreaba hasta el cansancio el nombre de Leo Messi. Lo cierto es que el equipo africano supo dar la pelea, Herve Renard no tiene a Cristiano Ronaldo y de haberlo tenido probablemente Marruecos habría sido vencedor. Ahora Marruecos ya eliminado pero caído con honores el día de hoy, es el último rival de España en el grupo B.
Una decepcionante Uruguay se clasifica a los octavos de final con un único gol de Luis Suárez, derrotando a una Arabia Saudí que en muchas ocasiones jugó mejor que el equipo suramericano. Y es que a Uruguay le gusta sufrir, tal como ocurriera con Egipto, se dedicó a defender. Algún efecto tuvo los reclamos de la Federación Saudí al culpar a Pizzi de la derrota ante Rusia en el partido inaugural, pues el equipo árabe salió con todo al terreno de juego, logrando acorralar a Uruguay.
Se despide la selección de Arabia Saudí de Rusia, no sin antes hacer sufrir a un Uruguay que a pesar de ser el único Suramericano en lo que va de mundial en ganar dos juegos seguidos sigue gris y sin convencer.
Mas tarde España sufría de lo lindo ante Irán, una selección que el simple hecho de estar en un mundial ya significa éxito. Irán supo desesperar a España, los persas instalaron un muro defensivo en la portería; se fueron al descanso 0-0, para asombro de la fanaticada española por lo impenetrable del contrario.
Llegaba el minuto 52 y con él Diego Costa que parece haberse reconciliado con el gol, pues hasta ahora en todos los partidos disputados (2) ha marcado, era el 1-0. Irán comenzó a llegar al área en repetidas ocasiones presagiando el tanto del empate para fortuna persa y desgracia española. De pelota parada saboreó un gol que más tarde fue anulado tras revisión con el VAR, donde se puso en evidencia una mano de Ezatolahi, lo cierto es que De Gea a éstas alturas aún no ha hecho una parada y la tecnología le ha restado la humanidad al fútbol.