“Esto es París, juntos lo haremos”. Es la coletilla con la que termina cada mensaje o vídeo promocional del partido hecho por el PSG. En todos concede un lugar especial a los ultras. Todos terminan tiñéndose del naranja de las bengalas que incomprensiblemente los violentos encienden en cada partido de la Ligue 1. Hoy, según Le Parisien, los ultras de Collectif Ultra París (CUP) estarán presentes en el entrenamiento. “Hay un día que importa por encima del resto”, dice una voz en off de manera agresiva. “Y el día 6 es uno de ellos. Tenemos que ser más fuertes que nadie…”.
El tuiter oficial del PSG fue salpicando ayer las redes con mensajes motivadores e intimidatorios: “El Parque de los Príncipes arderá”.
La maquinaria publicitaria parisina se puso en marcha con fuerza, una vez jugado su último partido antes del Madrid. A la lluvia constante de tuits incendiarios se unió la portada de L’Équipe, con quien el PSG no tiene la mejor relación en los últimos meses, en la que el director deportivo, Antero Henrique, pedía que la UEFA designase “un árbitro del nivel excepcional”. El organismo ya había elegido al alemán Brych y aprovechó para hacerlo público.
“No es sólo en este partido”, dijo Antero a L’Équipe. “La temporada pasada ocurrió lo mismo (en la derrota 6-1 ante el Barça). La pregunta es importante: ‘¿Por qué nos sucede tantas veces?’ Necesitamos a uno de los mejores árbitros. Allí tuvimos a uno de 44 años y sin mucha experiencia (Rocchi). Sólo se miran los currículums. Queremos un árbitro de nivel excepcional ya que ambos equipos son de nivel excepcional. Me pregunto si los colegiados están preparados adecuadamente para trabajar al nivel actual, que es muy alto”.
La estrategia seguida por el club con respecto a la plantilla ha sido toda la contraria. Tras la ida cerró la posibilidad a cualquier tipo de entrevista y recomendó a los jugadores ser cautos en las zonas mixtas, donde nunca han hablado los pesos pesados. Todo lo dicho se refiere a “la unidad del grupo”. “Podemos lograrlo sin Neymar”, fue la sentencia más repetida, entre otras cosas, por la insistencia en la pregunta por el brasileño, que incluso provocó el enfado de Kimpembe: “Neymar por aquí, Neymar por allá… ¡No va a jugar y ya está”, se despachó.