En Irán las mujeres no tienen derecho a acudir a un partido de fútbol para animar a su equipo. Esto sucede desde 1979 cuando tuvo lugar la Revolución Islámica y los ayatolás se establecieron en el poder, momento desde el cual las mujeres iraníes han visto coartada su libertad por su simple identidad de género.
Por este motivo, 35 mujeres fueron detenidas el pasado jueves 1 de marzo cuando asistieron al encuentro que se disputaba en el estadio de Azadí (Teherán), entre el Esteghlal y el Persepolis FC. Lo curioso es que el nombre del estadio significa ‘libertad’ en persa, algo de lo que no disponen las iraníes. Considerado el derby de Teheran al que hasta el portavoz del Ministerio del Interior de la República Islámica, Salman Samanid, no quiso perdérselo.
Cuando las 35 mujeres fueron arrestadas, Samanid dijo que no se trataba de una detención sino que estas habían sido llevadas “a un lugar adecuado”. Además, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, también acudió al encuentro.
Según informa la BBC las detenidas fueron liberadas una vez terminó el partido, pero no por esto debe parecernos menos grave, ya que este hecho es otra forma más de violencia contra la mujer. Y es que desde 1979, las iraníes sólo han podido acudir a un estadio en una ocación, fue en 2006 durante la fase de clasificación para el mundial que se celebraría ese mismo año en Alemania.
Justo el día antes al encuentro Masih Alinejad, activista por los derechos de las mujeres, pidió a las iraníes a través de sus redes sociales que acudieran al partido. “El presidente de la FIFA estará mañana en el estadio. Desearía que las mujeres se reunieran afuera del estadio para pedirles a los hombres que no entren sin ellas”.
Otras mujeres se sumaron a la protesta y reclamaron también en twitter que ir a un partido de fútbol es “un derecho básico” y que “era la mejor oportunidad para romper un tabú” que dura casi 40 años.