La notable pretemporada que ha tenido el Barcelona derrotando al Manchester United, Juventus y Real Madrid, para proclamarse campeón de la International Champions Cup 2017, ha quedado opacada por la novela que ha protagonizado Neymar ante los rumores de su salida del cuadro catalán.
Es casi inminente que el París Saint Germain pague la cláusula de recesión del contrato del brasileño, la cual oscila entre los 220 millones de euros, una cifra simplemente estratosférica.
En su paso por los Estados Unidos, Neymar ha demostrado la calidad que lo coloca como uno de los mejores jugadores del mundo. Sin embargo, eso no es suficiente para él. Gran parte de la motivación que tiene para salir del Barça es brillar lejos de la sombra de Lionel Messi, competir contra el argentino y Cristiano Ronaldo por el Balón de Oro, y ganarlo.
Tal vez comprendió que desde ese sitio nunca alcanzaría la gloria, ni siquiera en la noche de su más deslumbrante actuación. La noche de aquella remontada justamente ante el PSG, aquel 6-1, en el que fue pieza clave para conseguir el pase a semifinales de la UEFA Champion League, quedando todo eso opacado por la inolvidable estampa donde Messi terminó montado en una valla publicitaria para recibir la total admiración de la afición del Camp Nou.
Un futbolista que a sus 25 años a nivel de clubes ha ganado el Campeonato Paulista en tres ocasiones, la Copa Libertadores, dos veces la Liga de España, tres veces la Copa del Rey, la Champions League, el Mundial de Clubes, entre tantos otros títulos, que con su selección ha levantado una Copa Confederaciones y se ha colgado al cuello el Oro Olímpico, ¿Qué más puede ambicionar?
El heredero de la magia brasileña lo tiene muy claro, anhela salir de la zona de confort para ser reconocido como el mejor del mundo, no desea esperar el ocaso de Messi ni de CR7, él quiere empezar a brillar desde ahora y seguramente lo intentará desde una nueva trinchera cobijado por caras conocidas, desde París, donde ya lo esperan con un recibimiento triunfal y un puñado de sueños e ilusiones.
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Neymar
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