Un mes después de la Copa del Rey, Sevilla y Atlético vuelven a medirse en el Pizjuán. Un clásico de La Liga. Un partido que promete intensidad y ambición con dos equipos que necesitan ganar para mantener aspiraciones. Uno persigue el 4º puesto, el otro al Barça. Para el Atleti, además, ganar es saldar una cuenta pendiente. La Copa.
Hay dos jugadores que entonces, en el partido del Pizjuán de la Copa, no estuvieron y que hoy, por supuesto, estarán. Uno es Diego Costa, que marcó en la ida y también se lesionó. El Sevilla afila sus botas: 10 goles en 12 partidos, seis en el Pizjuán. El otro, Jan Oblak. Hoy Simeone le presenta a Montella a su portero titular. Jan Oblak. 9 goles en 25 partidos, un 0,36% de promedio, otra vez Zamora.
Sin Carrasco, negociando su marcha a China, y con Torres, que se lo piensa, el plan del Cholo, sin ningún artista en el medio (Correa, Vitolo, tercera vez que vuelve), es los cuatro centrocampistas. Saúl y Koke en las bandas. Gabi con Thomas al centro. Al último, Simeone lo compara con Tiago y ese nombre en el Atleti es palabra mayor. El ghanés crece y crece. Su techo no se atisba.
Tampoco el de Griezmann, de nuevo en su versión capa, la imparable. Ha participado en 10 de los últimos 11 goles del Atleti en Liga: seis los hizo, cuatro los dio. Su mejor socio es Gameiro, que también vuelve al Pizjuán y, aunque será suplente, es amenaza: lleva tres partidos seguidos marcando.
La participación de Sarabia en los goles del Sevilla en Liga desde que está Montella es un 54,5%. Ante el Atleti, brilló. Como Navas en el lateral, aquel fue su primer partido, Mercado y Lenglet, Banega, Nzonzi y los demás. Aquel once que los eliminó será el once que hoy se encuentren.
Dos victorias en los dos últimos partidos (Girona, Las Palmas), con siete puntos de los últimos 12, esos once jugaron el miércoles ante el United. La fatiga en sus piernas puede ser el resquicio por el que Simeone trate de colar hoy su venganza por la Copa de hace un mes.
