La Copa Mundial de la FIFA celebrada en 1950 con Brasil como sede, vivó un momento fuera de lo común. Una de las selecciones clasificadas se negó a participar.
La FIFA había creado el torneo con la premisa de expandir el balompié a todo el mundo, sin embargo antes de que comenzara el cuarto campeonato mundial le prohibieron a la selección de la India jugar el torneo.
El motivo se debió a que los miembros del conjunto asiático jugaban totalmente descalzos en su país, ya que para ellos era todo un lujo comprarse un par de zapatos que le sirviera para desempeñarse en lo que más disfrutaban.
El seleccionado hindú había sido una de las sorpresas de los Juegos Olímpicos Londres 1948, y terminó cayendo ante Francia en los octavos de final por 2-1, errando dos penales. sin embargo, lo que realmente llamó la atención de los presentes fue que los jugadores asiáticos estaban totalmente descalzos.
Luego de aquello, desde la Federación se dieron cuenta que podrían darle la talla a los seleccionados más grandes del mundo, por lo que decidieron inscribirse para disputar la clasificación para la Copa Mundial de 1950. Una vez lograda la clasificación y con una gira bastante productiva por países de Asia, la FIFA envió un comunicado a las autoridades del fútbol hindú, donde le advertían que no podrían jugar el Mundial descalzos, como acostumbraban.
Al tener este “impedimento” por parte del ente rector del fútbol mundial, desde la Federación de la India desistieron de jugar el campeonato y ocasionó que el grupo D, en el que estaban enmarcados, solo quedara con las selecciones de Uruguay y Bolivia.
En los Juegos Olímpicos de 1952, en Helsinki, la selección quedó eliminada tras sufrir el congelamiento de los pies de los jugadores en el debut ante Yugoslavia (hoy Serbia y varios países más) la Federación tomó nota y comenzó a promover el uso de calzado en los miembros del plantel.