El Manchester City, el líder de la Premier League, ha sido eliminado de la FA Cup. Sorpresa. Su verdugo ha sido un equipo de la Tercera inglesa, el equivalente a la Segunda B española. El Wigan, un histórico que pisó la élite hace años, ganó 1-0 a los de Pep Guardiola.
El partido tuvo mucha tensión y acabó casi a palos. En una de esas broncas, quizá la más llamativa, estuvo metido el propio Guardiola. Las cámaras lo cazaron en el túnel de vestuarios.
Todo parte de la expulsión de Fabian Delph, jugador del City, en el tiempo de añadido de la primera mitad. Ahí estalló una acalorada discusión entre Paul Cook, el técnico del Wigan, y su homólogo catalán.
Llegaron a encararse con virulencia y Guardiola tuvo que separar a Cook. Pero la tensión entre ambos banquillos no cesó. Se incrementó alentada por los nervios del partido. Al descanso, en la intimidad del túnel de vestuarios, las cámaras allí instaladas captaron como Cook y Guardiola volvieron a encararse.
Cook parecía molesto con varios miembros del City y con el propio Guardiola, que terminó empujando y mandando a su pasillo al técnico del Wigan para que la cosa no fuera a mayores.
Las imágenes muestran como luego Pep se encara enfadado con uno de los miembros de su equipo al que le pide que entre cuanto antes en el vestidor. Escenas poco habituales en un entrenador que suele aparentar más calma que tensión. Y menos este tipo de tensión casi violenta.
Entre tanto el delantero argentino que suele lucir un lado más pasional que el de su entrenador, ayer casi le hace llegar a las manos con un hincha del Wigan que, en la invasión de campo tras la épica victoria del modesto, inundó el terreno de juego. Uno de ellos se acercó al delantero y éste no se lo tomó muy bien.
El caso es que Agüero le soltó un codazo y luego fue por él. Tuvieron que ser sus compañeros los que le separaran. Como hay imágenes, el riesgo de que le caiga una dura sanción es más que probable, sobre todo en un país, Inglaterra, muy respetuoso con este tipo de actuaciones.