La psicosis de Bilbao se convirtió en batalla y acabó en tragedia con el fallecimiento este jueves del ertzaina I. A G., de 51 años, durante los incidentes que se produjeron en los alrededores del campo de San Mamés con los radicales del Spartak de Moscú. El agente fue asistido por sus compañeros antes de ser trasladado al Hospital de Basurto apenas a un centenar de metros del estadio, pero nada se pudo hacer por salvarle la vida. Antes de que la Policía Autonómica confirmase el fallecimiento del ertzaina, el sindicato Erne, mayoritario en la policía autonómica vasca, ya lo hacía.
Los incidentes se produjeron, como estaba previsto cuando grupos de las dos aficiones coincidieron en la explanada de San Mamés, un territorio donde se dieron las primeras cargas policiales y volaron los primeros envases, piedras o contenedores antes del partido de Europa League entre el Athletic y el conjunto ruso. Un amplio grupo de seguidores del Spartak venía escoltado por la Ertzaintza desde la plaza de Moyua, un lugar céntrico muy utilizado para conducir a las aficiones rivales protegidas por las fuerzas de seguridad.
Cuando se intentaba controlar a algunos grupos de los que venían de la plaza, aparecieron los grupos más violentos de seguidores rusos, muy ligados a facciones paramilitares. Se recrudecieron los enfrentamientos, mientras muchos bares cercanos cerraban apresuradamente para evitar males mayores.
Los incidentes se saldaron en principio con tres heridos y cinco detenidos. Al final, la Ertzaintza consiguió dispersar a los grupos ultras mientras se procedía a ingresar en el campo a los aficionados rusos que disponían de entrada. Sin embargo, minutos después, se anunciaba que un ertzaina se encontraba en paro cardiorrespiratorio, sufrido en el transcurso de las cargas policiales para restablecer el orden. El agente fue trasladado y falleció poco después en el hospital.
Ningún grupo ultra representa a ningún club que se precie. El Spartak de Moscú no se parece en nada a su “afición radical”. El comportamiento del equipo fue ejemplar, a pesar de la eliminación y de la clasificación del Athletic, que perdió 1-2 e hizo valer el 1-3 de la ida. El fallecimiento del ertzaina fue la peor noticia de la peor jornada vivida en San Mamés. El fútbol, el partido, pasó a un segundo plano.